Se decía que en la época de la colonia existía un velero “PIRATA”, que saqueaba a todo barco español que osaba acercase a las costas de la capital.

 

EL ANCLA DE LA PLAYA LA HUATA

 

Por : Felipe Fredi Oviedo Muñoz

 

Se decía que en la época de la colonia existía un velero “PIRATA”, que saqueaba a todo barco español que osaba acercase a las costas de la capital. En muy poco tiempo, el velero “PIRATA” se convirtió en uno de los más temidos de las costas peruanas.

 

Relataba mi abuelo que el velero “PIRATA” había llegado a almacenar una gran riqueza y el capitán tenía asegurado un retiro acomodado y tranquilo. Ver almacenar tanta riqueza a manos del famoso velero “PIRATA” que navegaba por las costas de Arantas, ponía de muy mal humor al gobernador de la época.

 

Un día, no se sabe por qué, pero el gobernador de la época, reclutó más de 6 barcos con un total de sesenta hombres y exigió la captura del velero.

 

El primer tramo de la persecución del famoso velero “PIRATA” apenas duró unos días, logrando escapar dirigiéndose hacia el sur, anclándose frente a las costas de Arantas a pasar la noche; la noticia llego a oídos del gobernador, y envió al mejor de los buques de la armada con sus inmensos cañones y lo sorprendió. Tomo cautivo al capitán del velero “PIRATA”, y como escarmiento decidió llevarlo a la capital para juzgarlo con la finalidad de ejecutarlo. Pero, estando encerrado en las mazmorras, logró sobornar a dos españoles quienes lo habían hecho prisionero, para hacer llegar un mensaje a los secuaces de su tripulación.

 

El mensaje decía “hundirlo frente a las costas de Arantas”. Cuando llegó el momento del juicio, los españoles juraban que habían capturado el velero “PIRATA”, con toda su carga de inimaginable riqueza, para desesperación del gobernador, el mismo día del juicio se enteró que el famoso velero “PIRATA” acababa de ser hundido en ese lugar, esto le produjo un disgusto de tal magnitud que agravó su precaria salud y lo llevó a la muerte una semana después.

 

Los restos del famoso velero “PIRATA” aun descansan en las profundidades del mar con su incalculable tesoro, frente a las playas de Arantas, quedando como recuerdo de aquella gran historia el ancla del barco, que se encuentra como un centinela mirando hacia el horizonte en aquel inmenso mar que se pierde en el infinito.