El pavipollo, denominación que se dio en la ciudad de Mollendo a los pollinos o asnos maltoncitos, data de muchos años, cuando aún habitaban en nuestras lomas los burros cimarrones.

 

LOS PAVIPOLLOS DE AYER

Por : Floro Salomón Herrera Lazo.

El pavipollo, denominación que se dio en la ciudad de Mollendo a los pollinos o asnos maltoncitos, data de muchos años, cuando aún habitaban en nuestras lomas los burros cimarrones o salvajes, aquellos que nunca estuvieron en cauterio ni fueron usados en transportar carga.

Había un grupo de Mollendinos que cazaban estos animales y los consumían en diferentes potajes; en una de las tantas visitas que Salomón realizó a la cruz de fierro en el mes de noviembre cuando los socios del club Niño Jesús de Praga realizaban peregrinaciones a la cruz de fierro, encontró por el camino a varios amigos decididos de llegar a la cima del cerro culminada la caminata divisó a una distancia aproximada de 100 metros una fogata a la que se acercó para calentar el cuerpo, el frio era bastante fuerte y la aparente fogata era una cocina a leña donde un señor apodado sopla bombas se encontraba preparando un adobo, usando para ello la mitad de un cilindro acondicionado para este fin, por lo que preguntó a uno de los que ayudaban a preparar el adobo, que cantidad de chancho han comprado para prepararlo en un deposito tan grande, la respuesta fue rápida y sin titubeos; no es un chancho, es un burrito cimarrón  cazado el día de ayer y este adobo cuando esté listo será riquísimo, efectivamente al amanecer y con el sol queriendo alumbrar un nuevo día el olor el olor que despedía  el adobo era tan agradable que rápidamente la gente fue llenando el lugar, era la primera vez que escuché se preparaba adobo de burrito; cuando el sol estaba brillando por encima de los cerros decidí regresar con algunas flores arrancadas de las lomas.

Estando por culminar la década de los años 60 e iniciar la de los 70, se hizo popular el desayuno de pavipollo que preparaban a los jugadores de diferentes equipos de futbol que entrenaban durante la semana, a quienes les daban de comer un sudado de pavipollo y en algunos casos también les daban su plato de chicharrón.

Se hizo tan popular el pavipollo que trascendió fronteras y en las ciudades de Arequipa y Lima sabían lo que era comer un pavipollo, por lo que muchas personas venían a la ciudad de Mollendo exclusivamente a que les preparen adobo, chicharrón y sudado; con el paso de los años se tornó bastante difícil conseguir un pollino maltoncito para preparar y degustar de su carne, el valle de tambo que era el abastecedor de estos animales había quedado sin esta materia prima por la excesiva demanda; ante esta situación tan alarmante para los agricultores, decidieron no vender más pavipollos, sino utilizarlos en las jornadas diarias de trabajo que realizan en sus chacras.

Las nuevas generaciones cuando se habla del pavipollo no saben a qué nos referimos por lo que hay que explicarles de que se trata, además los grandes cocineros del pavipollo con el paso del tiempo han ido falleciendo y llevándose el secreto de la preparación con ellos, porque cada uno de estos señores cocineros tenían su propio secreto; la pregunta es : ¿volverán los pavipollos a las mesas populares? El tiempo lo dirá.