Mollendo 30 octubre 2024.- Evoco en esta esplendorosa vista, a restaurantes de la década del 60 y los efervescentes encuentros bailables, cumbiamberos de pescadores anchoveteros y artesanales. Asimismo, estibadores marítimos y ferrocarrileros.
CIELO FRÍGIDO
Por : Arnulfo Benavente Diaz
Mollendo 30 octubre 2024.- Observo desde el Malecón Ratti, el atardecer de las playas mollendinas que guardan en sus arenales exóticos, los secretos de amores imposibles y el drama de las culturas tiernas. Un celeste cielo frígido y una ligera bruma cubre el horizonte impresionante marino, donde las ideas y evocaciones de imágenes amadas parecen desfilar. Las gaviotas y chorlitos sueltan graznidos, tras la ruidosa resaca en busca de llotos varados en el húmedo litoral.
Los alcatraces, vuelan rasantes moviendo sus alas sobre dermis palpitantes de las olas tumbo. Las olas gigantes con matices de color verde esmeralda cristalino. Tres olas maratón surgen y corren cada instante, cual ley natural, salpicando sus finas moléculas blanquecinas hacia la orilla. Tres pescadores artesanales con chinguillo en mano, hacen fintas al oleaje.
Las horas pasan sujetas al clima. La silueta pincelada del castillo Forga, esfumina su mole amarilla en el paisaje heterogéneo. Las almenas del castillo se mueven y caen solitarias al ritmo de la brisa.
De pronto un buque petrolero enciende las luces de su ciudadela central y un crujido de fierros escapan heridos de los escobones de proa. Aguzo mis ojos para mirar en el firmamento escarlata oscura de la tarde efímera, las titilantes farolas cosmopolitas, burguesas, del balneario de Mejía.
Evoco en esta esplendorosa vista, a restaurantes de la década del 60 y los efervescentes encuentros bailables, cumbiamberos de pescadores anchoveteros y artesanales. Asimismo, estibadores marítimos y ferrocarrileros, con lindas doncellas y madames en bajada de reyes y carnavales.
Rememoro con nostalgia los partidos de fútbol en la orilla y el aprendizaje de natación con madera durmiente en lagunas y humedales del “Internacio”, ubicada en la tercera playa, entre el complejo petrolero y la urbanización Albatros.